En la última década han muerto 937 periodistas, uno cada cuatro días, por el simple hecho de haber ejercido su actividad profesional (RSF, 2020). En 2019, la región donde más asesinatos de produjeron fue Latinoamérica y el Caribe, con el 40% de los casos a nivel mundial, seguido de Asia y el Pacífico con el 26% (Unesco, 2020).
Los periodistas locales son las principales víctimas, 98% de los casos, frente a los periodistas extranjeros con el 2%, siendo un 96% hombres y 4% mujeres (RSF, 2020). Si bien ellas representan un menor porcentaje ya que sigue siendo una profesión ejercida por más hombres, no están exentas de riesgo. Según la encuesta mundial sobre violencia en línea contra mujeres periodistas (UNESCO, 2020), el 73% de han experimentado algún tipo de violencia, el 25% recibió amenaza física y el 18% amenaza sexual.
Durante los quince primeros días de las manifestaciones sociales que está viviendo actualmente Colombia, la Fundación para la Libertad de Prensa ha registrado violencia sobre 144 reporteros (Flip, 2021). El Observatorio del Derecho a la Comunicación y la Fundación Datos Protegidos (citado por La Vanguardia, 2020), registraron 90 agresiones a periodistas durante las protestas de Chile en 2019. En Nicaragua, según el Instituto Internacional de Prensa (2020), los ataques a la prensa se han incrementado a manos del Gobierno desde el inicio de las protestas sociales en 2018, con más de 2000 agresiones a periodistas (Vidaurre, 2021). Mientras que en Venezuela (Fernández, 2020) se han intensificado las intimidaciones y detenciones por parte del Estado sobre periodistas, registrando 112 violaciones a la libertad de expresión.